jueves, 7 de febrero de 2013

Rellenitos

Me tomé unas largas vacaciones. Hice experimentaciones varias en la cocina, me compliqué la vida con el horno en días de calor y a pleno sol pero entre las novedades y la improvisación (o desorganización) nada parecía ameritar una entrada (nadie podría querer comer cosas que me han resultado excelentes, pero tal vez sólo para mí...).
Entonces, una selección de vegetales rellenos (más que nada de otros vegetales):

Berenejas rellenas de arroz:


Cociné la berenjena cortada en dos mitades al horno. Un poco de cada lado hasta que la pulpa se pudiera soltar. Al mismo tiempo, cociné el arroz con sal, laurel y esas lindas cositas. Listas las dos cosas, mezclé el arroz con la pulpa de la berenejan (ojo al sacarla que la piel no aguanta mucho, conviene sacar sólo algo de la pulpa), un poco de ricota, pimienta y nuez moscada. Rellené con eso la berenjena, la volví al horno unos minutitos más. En la foto está segida con queso de cabra, aceitunas y uvas. Una ensalada más fresca lo haría más veraniego.


Zapallitos rellenos de choclo:

Por razones de costumbre inobjetable, herví el zapallito entero hasta que estuviera blando (se podría haber asado igual que la berenjena), abrí a la mitad, retiré la pulpa y dejé las dos mitades cabeza abajo para que escurrieran excesos de agua. Mientras, también cociné un choclo, después doré una cebolla a la que le agregué el choclo desgranado, puse, sal, pimienta, pimentón y la pulpa del zapallito. Revolví un poquito para que todo quedara bien integrado y rellené las mitades. Me gusta rellenar cada mitad aunque lo más común es "destapar" al zapallito y rellenar una sola cosa. Otros minutos al horno mientras rallé una zanahoria y tosté unas semillas de sésamo ¡listo! Desde esta vez la combinación zapallito y choclo se volvió un clásico, saca a relucir todo lo misteriosamente dulce que tienen estos muchachos verdes. En revuelto con un toque de melaza son también increíbles.

Ají relleno de todo:

Este fue un día de sobras y admite infinitas variantes. El ají lo usé crudo pero para sabores más delicados se puede asar al horno o sobre la plancha. Después de sacar las semillas y lo blanco lo rellené de una mezcla de ricota, tomates y repollo colorado. Una opción fresca depués de tantos hornos. La clave está en que el relleno sea como una ensalada, podría haber tenido cualquier otra cosa que anduviera dando vueltas por allí.