miércoles, 22 de agosto de 2012

Frutitarta para el postre/merienda/desayuno

De pronto me encontré con que no había nada dulce en este blog. Y no es lo que más cocino, porque es obvio que todos los días se come pero no siempre dulces, pero sí es lo que motivó la más reciente obsesión culinaria.
Acá está entonces lo que hice el martes a la mañana mientras escuchaba Johnny Cash.
No será la tarta de frutas más linda del mundo (creo sobre todo que me salió petisa), pero está buenísima y cumplió con un requisito que en el momento me resultaba imprescindible: está hecha con casi nada y no tiene huevos.

La masa es la básica para tarta dulce:
  • 200 gr de harina integral (o la blanca común)
  • 80 gr de azúcar
  • Tres cucharadas de aceite neutro (puede ser manteca o margarina)
  • Ralladura de una naranja
  • Una cucharadita de polvo para hornear.
  • Agua en cantidad necesaria.

Primero ponemos la harina, el polvo para hornear, el azúcar y mezclamos la grasa (manteca, margarina, aceite). En este punto me gusta incorporar la ralladura. Después es sólo agua hasta que la masa se vuelva amasable. Ojo que no es mucha, diría menos de una taza pero va a depender de la materia grasa que hayan usado, de la humedad de la ralladura y de si la harina es o no integral.
Una vez hecha, se estira con palote, se acomoda en el molde (22- 25cm para esa cantidad) y se hornea unos 5-10 minutos para que no se humedezca después.

Ahora al relleno
  • Dos narranjas
  • Tres kiwis
  • Tres cucharadas de maicena
  • Una taza de azúcar

Esto es lo más fácil del mundo. Un día (o unas cuantas horas) antes de hacerla, hay que ocuparse de las naranjas. Primero sacan la ralladura (mucho, mucho y parejito) y reservan (en este caso sirven para la masa, si no se congela y sirve para otra guerra). A lo que queda, lo cortan en rodajas bieeeeeen finitas y sacan todas las semillas, ponen en algún recipiente con la taza de azúcar y dejan descansando en heladera. Ahí las naranjas van a soltar todo el jugo y se van a poner más blanditas.
Cuando vayan a hacer la tarta, a las naranjas con azúcar le agregan la maicena y así no más lo meten en la masa y al horno bastante calentito (unos 200°). Si la espían van a notar cuando está, serán unos 20 minutos hasta que lo que había líquido en el relleno se haya puesto espeso.

Tarta lista. Cuando se empiece a enfriar, rebanan los kiwis y los acomodan arriba lo más prolijamente que puedan (esto es, no como yo).

Algunos puntos para tener en cuenta.
Hay quien le saca "lo blanco" a la naranja porque dicen que es amargo. Tan amargo no queda después de la pasada por azúcar, pero es cuestión de gustos y paciencias.
Para que no se humedezca la masa, aparte de la horneada, pueden poner avena antes del relleno.
Para que la parte de arriba quede linda, se puede usar una reducción de mermelada (mermelada + agua calentita para que se "derrita") o hacer lo mismo con miel y un poco de agua. Verán que yo no lo hice
Como es obvio la combinación kiwi-naranja es arbitraria. Podría haber sito limón o lima en el relleno y duraznos, ananá, frutilla o lo que encuentren en la parte de arriba.

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